*ORACIÓN: NO PERMITAS*
Que yo no pierda el optimismo, aún sabiendo que el futuro que nos espera puede no ser tan alegre.
Que yo no pierda la voluntad de vivir, aún sabiendo que la vida es, en muchos momentos, dolorosa.
Que yo no pierda la voluntad de ayudar a las personas, aún sabiendo que muchas de ellas son incapaces de ver, reconocer y retribuir esa ayuda.
Que yo no pierda el equilibrio, aún sabiendo que muchas fuerzas querrán que yo caiga.
Que yo no pierda la luz y el brillo en la mirada, aún sabiendo que muchas cosas que veré en el mundo oscurecerán mis ojos.
Que yo no pierda el coraje, aún sabiendo que la derrota y la pérdida son dos adversarios sumamente peligrosos.
Que yo no pierda la razón, aún sabiendo que las tentaciones de la vida son muchas y deliciosas.
Que yo no pierda mi abrazo fuerte, aún sabiendo que un día mis brazos estarán débiles.
Que yo no pierda la belleza y la alegría de ver, aún sabiendo que muchas lágrimas brotarán de mis ojos y correrán por mi alma.
Que yo no pierda la voluntad de donar este enorme amor que existe en mi corazón, aún sabiendo que muchas veces él será rechazado.
Que yo no pierda la voluntad de ser grande, aún sabiendo que el mundo es pequeño.
Y sobre todo que yo jamás me olvide que ¡Dios me ama infinitamente! Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.