Cuando estamos perdidos, Tú sales a nuestro encuentro.
Cuando estamos cansados, Tú nos llevas al pozo de tu Eucaristía
Cuando estamos desilusionados, Tú nos llevas al pozo de tu alegría.
Cuando nos perdemos en nuestros pecados, Tú nos conduces a tu perdón.
Cuando nos fijamos en lo exterior, Tú nos indicas el camino hacia el corazón.
Cuando nos alejamos de Dios, Tú nos hablas con tu presencia.
Cuando nos sentimos débiles, Tú nos das vida con tu Espíritu Santo. Amén.