*ORACION: PURIFICAME, SEÑOR*
Señor, sabemos que la envidia perjudica a todos, al que es envidiado y al que envidia; pero, a veces nos cuesta mucho evitarla.
Envidiamos un puesto de trabajo, un coche, el carisma, el físico, la inteligencia, la fama...Nos parece que si no poseemos lo que envidiamos no podemos triunfar ni ser felices del todo.
Haznos comprender los peligros de la envidia. Nos arma unos contra otros y debilita desde dentro a las familias, a las comunidades y a toda la sociedad.
Danos luz y fuerza para superar la envidia, para valorar nuestras posibilidades y capacidades; para agradecer las personas que nos quieren, los pequeños logros que alcanzamos en la vida.
Danos luz y fuerza para superar la envidia, para ver en cada persona a un hermano, para no considerarlas competidoras ni enemigas; para admirar, alegrarme y dar gracias de corazón con los talentos y los éxitos de los demás, para saber pedir con humildad lo que necesito y compartir con generosidad lo que tengo. Amén.
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