martes, 12 de abril de 2022

EN LA SEMANA SANTA

*ORACION PARA ENTRAR EN SEMANA SANTA*

Ven Espíritu Santo.  Sin ti no hay vida que valga la pena. Por eso, desde mis dudas, temores, cansancios y debilidades quiero invocarte.

Ven, Espíritu Santo, a regar lo que está seco, ven a fortalecer lo que está débil, ven a sanar lo que está enfermo.

Transfórmame, restáurame, renuévame con tu acción íntima y fecunda.  Desde mi pequeñez me convierto en mendigo confiado de tu auxilio.

Te suplico que vengas a sanarme del egoísmo, de la comodidad, del individualismo.

Libérame de las esclavitudes que enfrían el entusiasmo misionero, para que pueda evangelizar con alegría y coraje inagotable. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carmos Medina Medina.

lunes, 11 de abril de 2022

ORACIÓN PROPIA DE SEMANA SANTA

*ORACIÓN PARA REZAR EN SEMANA SANTA*

Señor, ya caminamos la Semana Santa, esta semana grande donde conmemoramos lo mejor de tu vida, tu amor llevado al extremo.
Te pido me des la gracia de poder acompañarte.
Contigo subir a Jerusalén.
Contigo entrar triunfante el Domingo de Ramos para que el corazón se ensanche.
Contigo compartir la última cena, que me laves los pies, y que el corazón se me llene ante semejante acto de amor.
Contigo compartir la mesa, compartir el pan y el vino.
Contigo orar en el monte de los olivos y acompañarte con la oración.
Contigo  recibir el beso de Judas.
Contigo sufrir la incomprensión y la envidia de los poderosos.
Contigo padecer la flagelación y la coronación de espinas…
Contigo ir camino con la cruz, y poder ser esa Verónica que enjuga tu rostro.

Ser las mujeres que te acompañan en el camino…
Ser Juan que permanece en la cruz, y a quien le confías a tu Madre.
Ser como María que en medio del dolor sabe que la Vida siempre puede más.Ser como el ladrón que sabiéndose pecador, pide misericordia.
Ser José de Arimatea que arriesga su vida por pedir tu cuerpo muerto.
Ser el centurión y con él decir “verdaderamente éste es el Hijo de Dios”.
Ser María Magdalena que corre a verte en el sepulcro,  y se sorprende con que ya no estás ahí.
La muerte ha sido vencida, y llamándome por mi nombre, me das una nueva vida. ¡Amén!

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

domingo, 10 de abril de 2022

CAMINO DE LA PASCUA: XIV ESTACIÓN

Sábado  9 de abril_

*XIV Estación: Jesús colocado en el sepulcro.* 

Señor, tú lo habías repetido muchas veces: "El grano de trigo muere para dar a millares,  el fruto que da la vida". Tú Señor, has muerto para vivir. La muerte no es el final del camino sino que es el inicio de una nueva vida  que tú, Señor, inauguras con la resurrección. 

Gracias, Señor, por amar hasta el final, porque nos has amado de verdad y porque el sepulcro no es el fin de la historia sino el triunfo de Jesús resucitado, el triunfo del amor. No busquéis entre los muertos al que vive resucitado. El Señor es la vida, es la alegría de la vida.  

Gracias porque vives para siempre. Amén. 

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

SOLO EL AMOR SALVA

No hay otra arma más eficaz y efectiva que el amor. El amor limpia toda huella del mal y no deja rastro. Solo amando podemos solucionar el problema del enfrentamiento, la disputa, la venganza y el odio. Solo el amor solucionaría todos los problemas que plantea este mundo. La solución, pues, es amar, amar y amar. Y esa es la propuesta de Jesús. Se ha dejado clavar en la cruz, entregando su Vida, precisamente, por amor. Y por el amor ha reunido a todos en torno suyo. Después de más de dos mil años, ese amor visible y derramado en la cruz, sostiene al mundo con esperanza de fraternidad y paz.


Tengamos en cuenta que, cada día, rezamos, posiblemente, más de una vez el Padrenuestro. Pensemos, ahora, con paciencia y serenidad, lo que decimos: Padrenuestro que estás en los cielos…Perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden… ¿Caemos en la cuenta? ¿Nos damos cuenta de lo que decimos? Si somos capaces de perdonar a quienes nos ofenden, tal y como Dios nos perdona a nosotros, los problemas de nuestro entorno, de nuestro pueblo y de todo el mundo se terminarían. ¿Imaginan ustedes ahora que Rusia y Ucrania se esforzaran en cumplir esta petición? Sin lugar a duda, la solución está en el perdón.


Y, si nosotros tenemos la posibilidad de salvarnos, es por el perdón que nuestro Padre Dios nos ofrece y nos regala. Su Misericordia es Infinita. ¿Nos damos cuenta? La cruz significa eso, amarnos como hermanos en el Señor, porque, detrás de la cruz está la Resurrección y la plena felicidad eterna. ¿No es eso, en definitiva, lo que buscamos? Pues, tengámoslo en cuenta, amar es la solución. Y el amor pasa por el perdón. Amén.

sábado, 9 de abril de 2022

CAMINO DE LA PASCUA: XIII ESTACIÓN

Viernes 8 abril_

*XIII Estación: María junto a la cruz.* 

Señora de la soledad, madre del silencio, mujer fuerte en la debilidad, capaz por tu amor de estar junto a las cruces de todos tus hijos. Acogiste entre tus brazos a la vida inmolada y la ofreciste al Padre, a él, que un día te pidió permiso  para que su Hijo se hiciese carne en tus entrañas.  

Lloras, Dolorosa, con todas las madres del mundo que trajeron y traen a sus hijos entre los brazos, muertos. Y tú acoges y abres tu corazón con una espada de dolor, para ser madre entrañable a todos nuestros dramas y disputas, sembrando amor en tantas guerras, alegría de esperanza en todos los calvarios de la humanidad, donde con tu presencia alienta a los hombres en este valle de lágrimas. Señor del dolor junto a la cruz, mujer de vida hasta el final, acógenos en tu seno maternal y haznos ser amigos-hermanos de Jesús.  

Señor del dolor, acéptanos, vivimos salpicados de dolor.  Enséñanos el gozo con la cruz, amor que se hace entrega con Jesús. Mujer que aceptas ser madre,  mujer que amas siempre hasta el final. Señora, madre nuestra, acógenos, pues estamos necesitados de tu amor. María, madre buena, en sencillez tu seno se dilata y das a luz a todos los que queremos hoy seguir a Jesús en el camino de la cruz. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

A LAS PUERTAS DE LA PASCUA

 

Llega la Pascua. Está ya a la vuelta de la esquina. Este domingo celebramos el domingo de Ramos. Un Jesús aparentemente victorioso al que la gente aclama, pero que, es una falsa. Se autoengañan. No es el Jesús que ellos se han fabricado y esperan. Es un Jesús que trae otro plan, el de su Padre. Y ellos, su pueblo, no lo acepta. Así que le aclaman creyendo en otro Jesús, no en ese Jesús, enviado por el Padre, que nos anuncia la Misericordia y la salvación por el Amor del Padre.

Ante esta fiesta Pascual, después de más de dos mil años podemos preguntarnos: ¿Qué pienso yo de Jesús? ¿Sigo, en mi vida, poniéndole en lo más alto de mi vivir y actuar de cada día? Todos mis impulsos, motivos y actuaciones están alentadas y movidas por, para y por Él. Y para su Gloria. ¿Es, realmente, Él, el centro de mi vida? ¿O me mueven otros motivos, impulsos y actuaciones puramente terrenales? ¿Soy consciente que todo lo que haga a su espalda pertenece a este mundo y, por tanto, será corrupto y temporal? ¿Dónde realmente estoy? ¿Cómo y en que situación y estado me dirijo a celebrar y vivir la Pascua? Realmente, ¿voy camino a estar disponible a vivir el amor por Cristo y en Cristo? ¿Y soy consciente que, solamente en Él, puedo encontrar esa paz y felicidad que busco desde lo más profundo de mi corazón.

Si así es, abramos nuestros corazones y, confiados en el Amor y la Misericordia de Dios dispongámonos a vivir a impulsos del Espíritu Santo dejándonos llevar por su acción. Amén.

viernes, 8 de abril de 2022

CAMINO DE LA PASCUA: XII ESTACIÓN

Jueves 7 abril_

*XII Estación: Jesús muere en la cruz* 

Señor y Dios nuestro, cerrado los ojos y muero me impresiona tu figura. Has muerto. El redentor está clavado en la cruz. La Palabra se hace silencio. El camino es pisoteado. La verdad se ha mandado callar. Muerto, Señor, con los ojos cerrados para no ver la maldad, con el corazón traspasado como refugio de pecadores, con la cabeza hacia adelante para escucharnos siempre, con los pies atravesados para esperarnos sin cansarte. Gracias, Señor, por tu muerte en cruz, por ser tan igual a nosotros, por ser un Dios tan humano, tan nuestro, tan crucificado. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina